Una de las imágenes características de Tosantos, en pleno camino de Santiago, es la del robusto y bien conformado castaño de Indias que aparece junto a su iglesia parroquial, al lado de la carretera.
La otra estampa asociada a este pueblo es la de la original ermita rupestre de Nuestra Señora de la Peña; que se levanta en una ladera al norte del pueblo, al modo de templos más comunes en el sur de España.
Este edificio de construcción renacentista y barroca es el heredero de lo que fue un importante conjunto eremítico que tuvo sus orígenes en plena época altomedieval. La ermita está excavada en la roca, quedando al exterior solamente su fachada. Tiene una longitud de unos 16 metros y una anchura de siete. La altura llega en algunas zonas a los seis metros.
Entre las celebraciones desarrolladas en esta ermita destaca el encuentro de peregrinos y hospitaleros que tiene lugar cada mes de agosto. Durante el mismo se procede a quemar los deseos dejados por los Peregrinos en el Hospital/Albergue de Tosantos.
Hacia el este del pueblo se observan los restos de las llamadas cuevas de los Arancones, también de origen altomedieval. La mayor parte de ellas son hoy inaccesibles y algunas han sido retocadas con modesta obra de albañilería.