El Valle de Mena, por su peculiar orografía y situación geográfica, es lugar de gran diversidad botánica. Por ejemplo, en la ladera sur de los Montes de Ordunte, cadena que separa al valle de Vizcaya, existe un valioso bosquete de loros (prunus lusitánica), un arbusto parecido al laurel muy escaso en la península, y que encuentra su refugio en los bosques de laurisilva de las Islas Canarias.
Queremos hoy referirnos a unos especímenes que se encuentran en las proximidades del monte Ordunte (Balgerri para los vascos). Una privilegiada atalaya que además da nombre a la alineación montañosa.
Empezamos por un gran acebo que se encuentra apenas a unos cientos de metros de la cumbre, aislado no sólo de otros acebos, sino también de otros árboles. Lo podemos identificar en esta imagen, frente a un pequeño rodal de hayas y bajo la sombra de la cima.
El acebo es una planta que suele aparecer en formato arbustivo. Ya hemos mostrado en este blog que en condiciones adecuadas puede formar pequeños arbolitos, pero nunca hemos visto ninguno como este, un auténtico árbol de unos 10 metros de alto y unos 3 de perímetro. No en vano, es el único acebo que figura en el catálogo de árboles singulares de la Junta de Castilla y león.
Aquí lo vemos en contraste con la vertiente sur, con los montes de la Peña al fondo.
¿Cómo habrá llegado a este árbol a ser de este tamaño? ¿tendrá algo que ver con su soledad?
Algo tiene este emplazamiento. Más o menos a la misma altitud, aproximadamente un kilómetro más hacia el este, nos encontramos con un pequeño rodal de hayas en el lugar conocido como Bospeñate (justo debajo de la pequeña cima de Ilso de las Estacas).
Hay aproximadamente una veintena de hayas enormes.
Hay una de ellas que figura dentro del mismo catálogo de árboles singulares de Castilla y León. No tengo claro a cual se refiere, pero parece ser esta de unos siete metros de perímetro de tronco, con una gran rama caída.
En el próximo artículo publicaré una ruta senderista que nos permitirá subir al Ordunte y conocer esto árboles.