La cascada de San Miguel se observa, en momentos de deshielo o tras fuertes lluvias, al pasar el túnel de Angulo en dirección Arceniega, a nuestra derecha, al fondo del espectacular diapiro del valle de Angulo. Lo cierto es que está seca buena parte del año, pero merece la pena reservar un día del invierno o la primavera para acercarse hasta el lugar.
Para acceder dejamos el coche en una especie de aparcamiento que se encuentra antes del túnel, en lo que era la antigua carretera. En este punto encontramos una portilla para superar el vallado de la derecha. A partir de aquí remontamos el valle, bien al borde del cortado disfrutando del precioso paisaje (una valla de alambre nos da cierta seguridad), bien por una senda que discurre algo más hacia el interior, por la parte posterior de una línea de puestos para la caza de la paloma. En unos veinte minutos podemos llegar a la zona más interesante, sin excesivo esfuerzo.
Esta alta caída consta de dos secciones. La cascada propiamente dicha, que entra plenamente en terreno burgalés, y la serie de saltos de la zona superior, que está ya en el País Vasco.
La cascada principal y la zona inferior.
Serie de saltos de la zona superior.
El río nace de la Cueva de San Miguel.
Vídeo resumen.