Hace aproximadamente un año, dedicábamos un artículo a la expoliada, y aún así excepcional, villa romana de Baños de Valdearados. Hoy juntamos unas letras para difundir la existencia de un curioso arbolito que se encuentra EN la ermita del Cristo de la misma localidad. Y resaltamos lo de "en", porque hunde sus raíces en el propio tejado de la iglesia.
Este sencillo ejemplar, apenas un matojo, que ha crecido espontáneamente, es sin embargo el árbol más famoso y querido del pueblo. A nadie se le ocurriría arrancarlo pese a que se han hecho sucesivos retejos. Incluso tiene su propio refrán:
“el santo Cristo el Consuelo,
ha hecho un milagro,
que ha nacido un enebro
en su tejado. "
Según los vecinos, ni crece ni se seca, está siempre igual. En verano se pone un poco amarillo pero luego reverdece. Los vecinos más mayores simple lo han visto así, remontándose su historia al menos al siglo de existencia. Algunos dicen que como la ermita antes tenía las vigas de enebro habría nacido de una de ellas.
La ermita es la antigua parroquial, del siglo XV, pero al crecer la población se construyó en la parte baja una en estilo barroco, siglos más tarde. Desde entonces es una simple ermita que acoge las imágenes del Cristo del Consuelo y de la Virgen del Castillo. El cristo del Consuelo es una imagen muy querida para los vecinos, encomendándose a su protección tanto ante la sequía como ante las tormentas.
Respecto a las mismas existía una curiosa tradición de bendecir unas piedras que luego los vecinos guardaban en sus casas. Dichas piedras en su momento eran arrojadas contra las nubes para alejar o deshacer las tormentas. Durante el rito también se procedía al tradicional tocado de campanas al tentenublo.