Pese a no ser muy conocido, Artieta es uno de los pueblos más interesantes del valle de Mena. Tal vez por ello fue elegido por Manuel Gutiérrez Aragón como uno de los escenarios para la grabación de su película “Visionarios” (año 2001).
Está situado en un alto, con buenas panorámicas en todas las direcciones. Llegando al pueblo, y con el excepcional fondo de la sierra de la Carbonilla, nos encontramos con un detalle curioso. Un cartel señalizador en el que aparece el texto “Paris 955 km”. Según parece lo hicieron los vecinos como detalle hacia unos hijos del pueblo que viven en la capital francesa.
Ya en el casco urbano nos encontramos con no muchas casas, separadas entre sí, y con aspecto indiano y cuidado. Es verano y se respira buen ambiente, amable para el visitante. No tenemos denominaciones específicas para ellas, con lo que hemos de conformarnos con contemplarlas.
Son casonas blasonadas de gran porte pertenecientes a los siglos XVIII yXIX. Algunas de estas casas evocan una arquitectura de carácter señorial de época medieval, mientras que otros ejemplos, basados en la casa cúbica menesa, incorporan elementos propios de las corrientes estilísticas de época neoclásica.
En el límite norte del pueblo localizamos una fuente que se compone de varias ramificaciones.
Desde aquí vemos parcialmente lo que queda del pueblo de Berrandúlez, uno de los “pueblos del silencio” de Elías Rubio. Está situado a poco más de un kilómetro pero, mitad por pereza, mitad por la posibilidad de que no esté permitido el acceso, me limito a vislumbrarlo desde aquí.
La construcción en Berrandúlez seguía los mismos patrones de Artieta, pero poco a poco se fue adaptando a un uso predominantemente ganadero del territorio. El proceso despoblador tuvo un momento clave en 1926; cuando todos los terrenos fueron adquiridos por un único propietario. Los últimos aparceros residentes dejarían el lugar pocas décadas después.
El lugar saltó a primera escena de la actualidad hace pocos años cuando fue uno de los escenarios de un crimen en el que estuvieron directamente implicados su entonces propietarios. Hoy la finca ha pasado a otras manos, que de momento la han adecentado y probablemente la dediquen a coto de caza.
Para saber más sobre la historia de este pueblo podéis consultar el artículo publicado en el blog “7 Merindades”.