A medio camino entre Relloso y Quincoces de Yuso se encuentran las escasas ruinas del pueblo de Quincoces de Suso. Se ubican algo alejadas de la carretera, aunque perfectamente visibles desde la misma, junto a uno de los meandros del río Jerea.
Quincoces de Suso corrió mucha peor suerte que su vecino, hoy cabecera de la zona. A ello contribuía un emplazamiento nada afortunado. Cuentan las crónicas que los extremados ciclos del río hacían que fuesen muy frecuentes las inundaciones en invierno y las sequías en verano (momentos en los que debían valerse de pozos). La iglesia (cuyas campanas según parece acabaron siendo donadas al monasterio de San Pedro de Cardeña) se encontraba al otro lado del río y el puente para llegar a la misma tenía que ser reconstruido casi cada año.
Algunas de las últimas casas en pie fueron desarboladas por el famoso “ciclón” de 1941 (el que propagó el incendio en Santander). La última familia dejó el lugar hacia 1950. Hoy su superficie está integrada en una finca en la que pasta el ganado libremente.
Más información en el excelente blog 7 Merindades.
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